Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1974), “la salud sexual es la integración de los aspectos afectivos, somáticos e intelectuales del ser sexuado de modo tal que de ella derive el enriquecimiento y el desarrollo de la persona humana, la comunicación y el amor”. Así, podemos definir disfunción sexual, como “el persistente deterioro de las respuestas normales de interés sexual de una pareja”.
En este sentido, la disfunción sexual femenina se ha clasificado en los siguientes grupos:
- Trastorno del deseo: deseo sexual hipoactivo, trastornos por aversión al sexo, etc.
- Trastornos de la excitación: trastornos de excitación en la mujer, trastornos de erección en el varón…
- Trastornos del orgasmo: anorgasmia masculina y femenina, eyaculación precoz, etc.
- Trastornos sexuales por dolor: dispareunia masculina y femenina, vaginismo…
- Disfunciones sexuales debidas a enfermedades médicas, disfunciones producidas por medicamentos, drogas, etc.
Vaginismo: causas y tratamiento
El vaginismo es una disfunción sexual femenina que consiste en la contracción involuntaria e inconsciente de los músculos del tercio inferior de la vagina provocando la dificultad o imposibilidad de la penetración durante las relaciones sexuales.
Se clasifica en distintos grados de acuerdo con la intensidad de la contracción. Se considera severo cuando la contracción es tan intensa que impide la entrada a la vagina; moderado, cuando la intensidad de la contracción es menor y permite la penetración en forma parcial y leve cuando la penetración es total, pero siempre con dolor.
Asimismo, la afección también se clasifica como primaria o secundaria:
- Primaria: cuando se presenta desde el primer intento de penetración.
- Secundaria: aparece de repente, después de un período de funcionamiento normal.
El tratamiento más efectivo del vaginismo es la combinación de técnicas fisioterapéuticas y de terapia de apoyo psicológica para vencer los obstáculos inminentes que supone padecer esta afección. Para ello, es necesario un enfoque multidisciplinario que incluya la fisioterapia, ya que esta disciplina brinda tratamiento para restaurar la función, mejorar el trofismo de los tejidos y aliviar el dolor, así como para prevenir la cronificación de esta disfunción sexual.
Respecto a la parte psicológica, se orienta principalmente a reducir o a eliminar los altos niveles de ansiedad que provocan el vaginismo, proporcionando la información y planteamientos adecuados para cada caso, o bien enseñando a la paciente a relajarse progresivamente, ya que un aspecto fundamental es evitar el coito para entrenar y potenciar nuevas conductas sexuales como las caricias, los juegos sexuales, etc. Paralelamente, también se debe trabajar en la eliminación de la respuesta vaginal condicionada.
Ante todo, es necesario efectuar una entrevista clínica previa para poder gestionar el tratamiento adecuado.
En cuanto al tratamiento de los trastornos de la sexualidad, se ha demostrado la eficacia de la terapia manual y de los tratamientos físicos como el biofeedback, especialmente en los trastornos urogenitales y en los problemas funcionales que tengan o no un origen psicoemocional.
En estos casos, el tratamiento se iniciará con técnicas de educación, relajación y con concienciación perineal, y consistirá en el entrenamiento de la relajación muscular con abordaje terapéutico con diatermia y ejercicios perineales, incidiendo sobre todo en la relajación de la musculatura perineal. Se efectuarán, asimismo, dilataciones vaginales progresivas y biofeedback negativo, todo ello para la corrección de estas contracciones musculares inadecuadas.
La sexualidad humana, en definitiva, se caracteriza por la interrelación de múltiples factores que engloban diferentes etiologías, tales como: biológicas, psicológicas, sociales y educativas. De su buen desarrollo dependerá que una persona disfrute de una sexualidad plena y satisfactoria. Mientras nuestro cuerpo funciona correctamente no tenemos consciencia de este; tan solo tomamos consciencia cuando aparece el dolor o algo deja de funcionar…
Mer Blanquet Rochera y Goretti Font Mas, fisioterapeutas y coordinadora y adjunta a la coordinación, respectivamente, del Máster en Reeducación del Suelo Pélvico del Centro Internacional de Formación Continua del campus Manresa de la UVic-UCC.
Por desgracia no nos educan para estar al tanto de este tipo de problemas que realmente son tan comunes en las mujeres y hombres. Yo misma descubrí hace poco lo que era el vaginismo, una disfunción que según tengo entendido es más común de lo que parece.