¿Para los fisioterapeutas, la lectura es a la inteligencia lo que el ejercicio es al cuerpo?

Si así es, ¿que sería recomendable leer?

Según Aldous Huxley “las personas debemos el progreso a los insatisfechos”, por eso  una situación de crisis como la que estamos viviendo posiblemente sea la antesala de una fase de gran progreso, por lo menos en nuestra profesión, yo así lo veo. Hemos pasado de afirmar con vehemencia nuestro modelo favorito, a criticar con preferencia lo nuevo o inaudito para llegar a un punto de construir desde la lectura, el relato corto y el encuentro cibernético, la investigación inquieta para calmar el asosiego.

Fuente: bigfoot Evidence

Somos aún una profesión joven donde los más jóvenes están traduciendo su incertidumbre en un cimiento más certero llevando el conocimiento al chequeo para ver su utilidad práctica en lo clínico y lo e/afectivo.

En este punto, George Travelyan afirma que “La educación ha logrado que las personas aprendan a leer, pero ha sido incapaz de señalar lo que vale la pena leer”, muy cierto si entendemos que solo lo que nos motiva nos impulsa a actuar, y leer, por el mero hecho de leer, no conllevará enriquecimiento ni placer a menos que las expectativas al contenido, se expliciten como necesidades para el progreso personal y la mejora en lo profesional.

Fuente: Photograph (Steve Caplin)

Si estamos hablando  de leer, en Fisioterapia hemos pasado de buscar libros de autor y novedades técnicas, a buscarle la evidencia o como menos la eficacia objetiva a sus logros o cualidades terapéuticas. Por ello según Andrés J. Roussos,” la lectura crítica debe realizarse cada vez más sobre las revisiones bibliográficas ya que en pocas páginas nos permiten abarcar grandes volúmenes de publicaciones”, bien sea para indagar en un tema clínico específico conocido como expertos en ese ámbito de actuación, o bien para tener acceso de una forma acotada y sintetizada a temas que no necesariamente sean de nuestro dominio pero si nos sirvan para introducirnos y transmitir conocimiento concreto a un porcentaje de fisioterapeutas mayor [1]

Es importante destacar que las revisiones bibliográficas son una excelente forma  para empezar en un tema nuevo, conocer quiénes son los autores principales  y sus aportaciones fundamentales, así como el devenir del problema clínico o profesional específico que nos inquieta y queremos entender [2] Sin embargo, todo aquél que quiera profundizar los conocimientos sobre un tema concreto, debe considerar a la revisión bibliográfica como una puerta de entrada y no como un fin del camino, ya que la revisión es en sí misma, una explicación o interpretación del revisor y no la fuente original del conocimiento [3].

Rafel Donat Roca
Profesor Estudios de Fisioterapia EUCS Manresa

Referencias:

1. Roussos A. Preparación de una revisión bibliográfica para su publicación. Cuando un solo artículo nos habla de muchos trabajos. Reportes de investigación. Conicet, Funics. 2011, 1: 1-7

2. Fernández E, Borrell C, Plasència A. (2001). El valor de las revisiones y el valor de Revisiones. Gaceta Sanitaria. 2001, 15(4): 1-2.

3. CASPe [Sitio de internet] (2005). Lectura crítica. Actualizado 05-12-2011. Consultado 02 de diciembre de 2012 http://www.redcaspe.org/drupal/?q=node/6

 

 

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